Cuando Fernando Maestre transformó el manipulador de un avión derribado en un telégrafo casero para hablar con su amigo, seguro que sintió la emoción de quien conecta por primera vez con alguien sin estar en el mismo lugar. Y esta misma emoción dio vida a una idea revolucionaria: saber que era posible crear nuevas formas de comunicación entre los edificios y sus usuarios, entre los hogares y las personas. Y de ese propósito, nació FERMAX.

Mantener viva  esta emoción ha sido clave para que 73 años después queramos seguir siendo líderes en una sociedad que pide estar mejor conectada, aportando innovación, tecnología y diseño para crear nuevas formas de comunicación. 'La emoción de conectar' es el título del vídeo que hemos creado para poner en valor nuestra identidad, nuestros valores y el propósito que siempre nos ha acompañado: unir a las personas y a los hogares con el mundo.